El pasado 21 de mayo de 2023 falleció cristianamente Mateo Madridejos a la edad de 90 años, acompañado de su familia.

Os dejamos un listado de obituarios sobre la vida y obra de Mateo Madridejos.

Muchas gracias.

Muere a los 90 años el periodista Mateo Madridejos, experto en política internacional, El Mundo, 22 de mayo de 2023. Por Agencia Efe.

https://www.elmundo.es/television/medios/2023/05/22/646b4aeee4d4d86b1c8b45af.html

Mateo Madridejos, maestro de periodistas de política internacional, El Periodico, 21 de mayo de 2023. Por José A. Sorolla

https://www.elperiodico.com/es/opinion/20230521/mateo-madridejos-maestro-periodistas-politica-87679185

Mateo Madridejos, artífice del nuevo periodismo internacional en Barcelona, Politica i Prosa, 1 de julio de 2023. Por Josep Maria Casasús

https://politicaprosa.com/es/mateo-madridejos-artifice-del-nuevo-periodismo-internacional-en-barcelona

L’empremta de Mateo Madridejos, un savi del periodismo, Paios, 22 de mayo de 2023. Por Enric Sala.

https://paios-catalans.blogspot.com/2023/05/lempremta-de-mateo-madridejos-un-savi.html

Mateo Madridejos, l’amic i el periodista, Paios, 25 de mayo de 2023. Por Joaquim Coca.

https://paios-catalans.blogspot.com/2023/05/mateo-madridejos-lamic-i-el-periodista.html

El maestro en las distancias cortas, Paios, 28 de mayo de 2023. Por Carmen Umbón

https://paios-catalans.blogspot.com/2023/05/el-maestro-en-las-distancias-cortas.html

Otros datos de interés:

Entrada en Wikipedia:  https://es.wikipedia.org/wiki/Mateo_Madridejos

Biobibliografía: https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2720727.pdf

          En medio de las grandes tribulaciones de la pandemia y la crisis económica, la clase política italiana en su conjunto tiró la toalla el 2 de febrero y se agarró al clavo ardiendo ofrecido por el presidente de la República, Sergio Mattarella, de un gobierno técnico de “unión nacional” dirigido por el economista Mario Draghi, también conocido como Supermario, ex presidente del Banco Central Europeo (2011-2019), a quien se atribuye la salvación del euro en la crisis de 2012, cuando pronunció una frase que devino célebre, en inglés: “Whatever it takes” (“lo que sea necesario” según la traducción más frecuente en español, también “cueste lo que cueste”) para salvar a la moneda común de la crisis provocada por la abultada deuda de los Estados miembros. Tras convencer a Draghi para que aceptara el desafío de sacar al país del atolladero, el presidente Mattarella anunció: “Será un gobierno de alta competencia que no debe identificarse con ninguna doctrina.”

Ante el tribunal de Moscú que lo juzgaba, y al concluir la vista oral, el 2 de febrero, Aleksei Navalny, el más atrevido y jaleado opositor del Kremlin, se dirigió a los jueces con estas palabras: “Así es como funciona, se envía a la cárcel a una persona para intimidar a millones.” En cuanto a su envenenamiento por Novichok, un arma química fabricada en Rusia, Navalny prosiguió: “Al utilizar al Servicio Federal de Seguridad (SFS), Putin trató de cometer un asesinato (…) y ahora me persigue porque pasará a la historia como un envenenador.” Navalny fue condenado a cumplir tres años y medio de cárcel de una anterior condena que había sido suspendida condicionalmente, pero se le descontarán los nueve meses que permaneció en arresto preventivo. La acusación oficial es que Navalny había violado los términos de la libertad condicional que se le otorgó, ahora revocada Deberá cumplir lo que resta de condena en una colonia penitenciaria (campo de concentración).

          Un año después de que el virus Covid-19, surgido en la ciudad china de Wuhan, se expandiera incontroladamente por todo el mundo, para causar más de dos millones de muertos hasta enero de 2021, China se desempeña sin complejos como superpotencia y sus principales dirigentes, con el presidente Xi Jinping a la cabeza, vuelven a ocupar con relieve las primeras páginas de la prensa internacional apenas una semana después de que Joe Biden se instalara en la Casa Blanca.  En un análisis publicado en el diario Asia Times el 28 de enero, David P. Goldman, recurrió a la teoría del caos para resumir lo que ocurre en el mundo: “A butterfly flaps its wings in Beijing and the stock market crashes.” (Una mariposa aletea en Beijing y el cercado financiero se hunde”, en referencia a las abultadas pérdidas en Wall Street después de que el Banco de la República Popular de China elevara discretamente el interés de sus préstamos bancarios. La metáfora no puede ser sino una incitación apremiante para alinearnos con el meridiano de la capital china, ante un sistema internacional caótico, flexible e imprevisible.

Con él llegó el escándalo de un presidente enfrentado a una gran parte de los poderes establecidos y fácticos, la academia, los grandes medios de comunicación, el oligopolio tecnológico, que desde el primer momento le negaron o pusieron en duda su legitimidad con diversos pretextos. Donald Trump, empresario y estrella de la telerrealidad, de modales bruscos y retórica inflamatoria, encarnó la superchería del pueblo contra las élites, esencia del populismo: inauguró el reino simplista del tuit y ganó varias batallas, pero perdió la guerra. Tribuno de la plebe y también aprendiz de brujo, el 6 de enero cometió un tremendo error de cálculo, arengó y excitó a las masas que se lanzaron a un insensato asalto del Capitolio, la sede del Poder legislativo, lugar democráticamente sagrado ocupado por una turba de energúmenos y frikis. Un clamoroso falló de seguridad facilitó esa blasfemia en la catedral y destrozó la imagen y el crédito de la primera potencia mundial.

          El primer ministro británico, Boris Johnson, envuelto en la Union Jack, un populista excéntrico y nacionalista anacrónico, con fama de mujeriego, logró al fin alejar a su país de Europa en contra de las determinaciones de la geografía y la historia. Después de Churchill, que en 1946 preconizó unos Estados Unidos de Europa, aunque sin el Reino Unido, todos los primeros ministros británicos, conservadores y laboristas confundidos, tropezaron con el escollo de Europa. Sólo uno de ellos, Edward Heath, era un europeísta convencido, que en 1972 llegó rápidamente a un acuerdo con Georges Pompidou y Willy Brandt, a la sazón presidente de Francia y canciller de la República Federal de Alemania, para la adhesión del Reino Unido a la Comunidad Europea. Tras el breve reinado de Heath volvieron la desconfianza, el regateo y las excepciones, el freno permanente británico ante cualquier avance o proyecto federalista. Una verdadera rémora para el proceso de integración.

En un contundente artículo publicado en The Washington Post, James Baker, que fue secretario de Estado norteamericano (1989-1992) y enviado especial de la ONU para el Sahara Occidental (1997-2004), condena sin paliativos la decisión de Donald Trump de reconocer la soberanía de Marruecos sobre el territorio que fue colonia española e insta al presidente electo Joseph Biden a anular esa decisión contraria a los principios del derecho internacional y a la tradición diplomática de Estados Unidos, siempre respetuosa de  la autodeterminación de las poblaciones colonizadas.  Baker advierte de las peligrosas y múltiples consecuencias de la decisión en el volátil Magreb, plasmada en dos tuits, el 10 de diciembre, con los que Trump alteró profundamente la fisonomía política y estratégica de la región.

          En algunos países, el ejercicio del derecho de sufragio es obligatorio, de manera que los ciudadanos que no participan en las elecciones pueden ser amonestados y hasta multados. En la Venezuela de Nicolás Maduro, una tiranía sin disimulo, el voto se exige mediante una fórmula terrible: “El que no vota no come, y se le aplica una cuarentena ahí, sin comer”, como advirtió Diosdado Cabello número dos del régimen chavista. Una advertencia ominosa en un país que pasa hambre en medio de todo tipo de penurias y desgracias, víctima de una catástrofe humanitaria sin precedentes en tiempos de paz, que en cuanto puede, vota con los pies, huye del país, cada día con menos esperanzas de regresar en un próximo futuro.

          El asesinato en un atentado del científico y militar Mohsen Fakhrizadeh, uno de los cerebros del programa nuclear militar iraní, no sólo confirma la vulnerabilidad y los fallos de seguridad de la República Islámica de Irán, sino la guerra subrogda o clandestina, pero implacable, que Israel y Estados Unidos libran para impedir o al menos retrasar que el régimen teocrático consiga el arma nuclear, El asesinato se perpetró el 27 de noviembre, a plena luz del día, en la localidad de Absard, a unos 90 kilómetros al este de Teherán, y las autoridades iraníes acusan a “los sionistas” (israelíes) de haber planeado y ejecutado la operación terrorista. Según la prensa de Teherán, que informa de cuatro muertos en el atentado, el coche en que viajaba el científico asesinado fue detenido por la explosión de un coche bomba y luego ametrallado por un comando de varios individuos fuertemente armados.  Pero un alto funcionario de la seguridad iraní aseguró posteriormente que Israel utilizó “dispositivos electrónicos” para perpetrar a distancia el ataque.

          Le deseo salud y acierto, pero creo que Joseph Biden ofrece la imagen de un hombre un poco fatigado, probablemente en consonancia con el temple moral y la realidad material de la superpotencia que va a dirigir a partir del 20 de enero próximo. El que fuera gendarme universal se muestra reticente, en franco repliegue, y abrumado por los desafíos internos y externos. Cansado y muy dividido, como confirman los resultados electorales. Soplan vientos de pesimismo en Washington y el tema recurrente de la decadencia del imperio americano vuelve a estar de moda en las universidades y los cenáculos políticos. La pandemia del Covid-19 y la errática actitud de Trump aceleró el deterioro del liderazgo norteamericano. Biden viene repitiendo que se propone restablecerlo, pero sin descubrir su estrategia para lograrlo. El centro del universo parece que se ha trasladado definitivamente a la región Asia-Pacífico, donde 15 de sus países, con el impulso de China, acaban de firmar un acuerdo que sienta las bases de la zona de librecambio más importante del mundo (30 % de la producción mundial). Las relaciones con China serán el tema capital de la presidencia de Biden.